Dicen que el día que nací, allá por el 85 cayó en Zaragoza una gran nevada, tanto es así que mi madre casi no llega a tiempo al hospital :)
Hoy, 30 añitos después, he celebrado mi cumpleaños donde más me gusta, en el Pirineo y con una buena nevada recién caída.
El destino elegido ha sido la estación de Panticosa, que por suerte, y pese a la gran nevada del día anterior, estaba cerrada al público, por lo que hemos tenido el placer de disfrutar de una estación de esquí en la más absoluta intimidad.. :) (Buen regalo de cumple)
Javier, Koke y yo salíamos con los esquís puestos desde el mismo párking de Panticosa, por la pista que sube haciendo zetas por la loma principal, que por cierto, ha sido atravesada por una pista de esquí que baja en línea recta y que se ha llevado una buena tirada de vegetación que estaba antes que ella..
La previsión era de un día frío, pero la verdad que salió un día espectacular, sol radiante interrumpido por alguna que otra nuve que pasaba de largo sobre nosotros.
La estampa de subir con los esquís rodeados de vegetación cargada de nieve es sensacional
Javi probando eso de "foquear" por primera vez, enseguida le cogió el gustillo
Paramos a echar un trago y quitar ropa..
Un poco más arriba, nos salimos de la pista hacia la derecha de Panticosa, rumbo al Yandel, donde Javi hizo sus primeras vueltas maría sombre un buen paquete de nieve polvo..
Koke abriendo huella.. desviándose al Yandel
Y javi nos sigue muy de cerca.
Una vez en la cima del Yandel, quitamos focas y probamos a bajar la pala que cae hacia las pistas, donde hay una caseta que vine muy bien para echar un bocado, una taza de té caliente y reponer fuerzas para seguir subiendo hasta el Mandilar.
Desde la caseta hasta la cima del Mandilar estaba prácticamente todo pisado, por lo que progresábamos a buen ritmo, Me sorprendió Javi, que sin haber hecho travesía antes, se metió un desnivel de 1100 para estrenarse..
Foto de cima, aquí si que hacía fresquete!
La bajada la verdad es que tuvo de todo, en la zona más alta disfrutamos de una nieve polvo espectacular, poco a poco me fuí soltando y realmente disfrute un montón.
Javi se cayó unas cuantas veces (como yo), pero la verdad es impresionante que siempre tira para adelante, y bajó con mucha dignidad, pese a que en el tramo final, que hicimos sobre las pistas (con los cañones escupiendo nieve) era un campo de patatas con nieve de todos los tipos y colores, polvo, hielo, costra..
Como siempre, Koke nos dió unos cuantos consejos para bajar algo mejor, y la verdad que siempre ayuda que te corrijan los errores. También nos dió una buena clase teórica sobre la formación y previsión de avalanchas :)
Y eso fué todo, un buen día que pasamos metiéndonos una buena paliza y aprendiendo mucho, Gracias a Javi y Koke por la compañía, seguiremos atacando las címas del Pirineo.
Un saludo
