Un año después de la ascensión al Aneto, en la que acabé de las raquetas hasta la coronilla y me planteé los beneficios de ir a la montaña en esquís (ahorro de energías, tiempos reducidos, menos madrugones y disfrutar de las bajadas...) y pese a no ser buen esquiador, he comenzado con un curso de iniciación al esquí de travesía a través del Club de Montaña Pirineos.
El gusanillo picó en Diciembre, en el puente de la constitución, que subí con Irene a probar el skí alpino, creyendo que no iba a levantarme del suelo en todo el día y resultó que el carving de los esquís actuales hace que vayan solos y no hace falta ser un pro para bajar por una pista rojiza con un mínimo de decencia (poca).
Visto lo visto, al fin de semana siguiente allí estaba de nuevo, y la verdad que me veía cada vez mejor, así que me animé a apuntarme al curso que apareció por esas fechas del CM Pirineos.
Otro aliciente para apuntarme al curso era que uno de los profesores que lo impartían era Julio Benedé, el que fuera mi profesor de Educación Física en la EGB, y al que personalmente tenía muchas ganas de volver a ver. Curioso ya que ha sido la montaña la que nos ha vuelto a juntar (Chimenea del estrato y Aguja del Portalet son vías que en su día equipó el) y que disfruté mucho escalando en 2013.
Dicho y hecho, el pasado Martes 7 de Enero me llamaron por la noche para preguntarme que si quería entrar en el curso de esquí de Montaña ya que había fallado alguien y yo estaba el primero en la reserva y por supuesto que me he animado y ha sido un fin de semana realmente estupendo para mi:
El Sábado comenzamos prontito, en la zona del Portalet explicando un poco el material que llevábamos.. tablas, fijaciones, pieles y su uso práctico.
Enseguida se hicieron varios grupos en función de la experiencia, (había gente bastante experimentada en el mundo del esquí y también algunos como yo que prácticamente comenzábamos). Poco a poco fuimos aprendiendo cómo progresar con focas, como hacer la vuelta maría.. etc etc, siempre remarcando mucho el tema de la seguridad (vuelta maría de Seguridad.. Paso de "Canario".. etc etc) todo ello bajo la atenta mirada del Midi D'Ossau :)
Después de coger energías y unas explicaciones de Julio sobre vendajes preventivos y paliativos, pusimos rumbo al pico Cuyalaret, al que subimos poniendo en práctica todo lo aprendido anteriormente.
La bajada fue algo más complicada, la mayor parte de la gente bajó sin problemas pero a mi la verdad que me dió bastante "miedito", y al final opté por quitarme los esquíes y bajar como había bajado de la montaña hasta ahora.. XD a pata.
Una vez en el collado, se decidió bajar por las pistas de Formigal, con las últimas luces naranjas del día y sin un alma en la pista.. (así si). Aquí Bruno me dio unos cuantos consejos de cómo bajar y la verdad que me sentí cada vez más cómodo y suelto.. Thanx Bruno!
Esa tarde acabó con una charla sobre material muy interesante en casa de piedra y una cena espectacular que nos merecíamos todxs!
Al día siguiente tocaba Salir con los esquís puestos desde la propia Casa de Piedra, dirección al Ibón de Ordicuso. Los primeros rayos de sol auguraban un día espléndido.. y así fue.
A las 9 y algo empezábamos a subir y a quitarnos capas de ropa... la primera sección a través del pinar con los esquís a la espalda.. y aprovechando para explicar como subir por pendiente de nieve muy blanda sin hundirnos.. ayudándonos de palos.. rodillas y lo que haga falta :)
En cuanto llegamos a un claro, transición: a poner esquís, ya con cuchillas que de mañana la nieve estaba durita..
Progresamos por el valle relevando el turno para abrir huella
Y un poquito más adelante tocaba empezar a hacer "Zetas" con sus vueltas maría
Una parada técnica para darle un tiento a la barrita energética y vuelta para arriba..
Una vez arriba, algun@s de l@s que iban en el grupo se fueron con Julio hasta el mirador, para después bajar por el pinar esquiando.
Otr@s, que de cara a la bajada íbamos mas justos, bajamos con Bruno por las palas por las que habíamos subido (muy amplias) y con poca inclinación.
La verdad que nunca había disfrutado tanto bajando por una montaña como en ese día. Conseguí bajar hasta abajo sin una sola caída y lo que es mejor.. disfrutando, y quitándome el miedo del día anterior que para mi es lo más importante.
También hay que decir que la nieve estaba espectacular, seguramente con otras condiciones de nieve habría sido de otra manera.. pero el empujón que me da para volver a subir a practicar es inmenso jejeje
La verdad que ha sido un fin de semana muy agradable, tanto por la compañía, el lugar y las condiciones.
¡Gracias a TOD@S, en especial a Javier, Bruno y Julio por la currada que os habéis pegado!
¡Nos vemos en las cimas!!
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